
Todo lo que hice para convertirme en maestro de Educación Física
Tenía 18 años, vivía con mis padres en un piso en las afueras de Valladolid y lo único que tenía claro es que quería moverme, sudar y estar en contacto con gente. Lo de estar todo el día sentado en una oficina no iba conmigo. Por eso, cuando llegó el momento de decidir qué estudiar, no lo dudé mucho: quería