Vinvanta, clínica odontológica especializada en diseño de sonrisa y ortodoncia entre otros tratamientos, nos asegura de que, a pesar de todos los tratamientos que ofrecen en su clínica, la visita más frecuente, sigue siendo la caries. Irremediablemente, los dientes y muelas picadas son una de las causas de visita al dentista más habituales y frecuentes. Este dato, puede resultar un tanto preocupante, pues demuestra que nuestra higiene bucal no es tan certera y completa como debería y desatendemos ese aspecto de nuestra salud bucal de forma reiterada. Cabe señalar que, en ocasiones, aun teniendo una buena higiene bucal y siendo constante en ella, la aparición de caries, es inevitable por nuestros hábitos alimentarios o incluso, la propia predisposición del organismo.
Tal vez, si conocemos un poquito más sobre las caries, sus tipos, causas, prevención y consecuencias, podamos ser más eficaces a la hora de evitarlas. Sabemos que las caries, consisten en zonas dañadas de forma permanente en la superficie de las piezas dentales que se convierten en pequeñas aberturas o agujeritos. Las caries, se producen a consecuencia de una combinación de factores como la proliferación de bacterias dentro de la boca, la ingesta frecuente de bebidas azucaradas o alimentos dulces o una deficiente limpieza bucal.
Como decimos, se trata de uno de los problemas de salud más frecuentes en todo el mundo que, aparece con mayor frecuencia en los más pequeños, adolescentes y personas de avanzada edad. No obstante, todas las personas que tienen dientes (es decir, todo el mundo) es susceptible de padecer caries en algún momento de su vida, incluyendo los bebés.
De no tratarse de forma inmediata, las caries pueden extenderse de tal manera que, pueden afectar las capas más profundas de los dientes, llegando a provocar un dolor de muelas intenso, infecciones e, incluso la pérdida de piezas dentales. Lógicamente, la mejor manera de evitar su aparición o que una pequeña caries se agrave hasta tal punto, es visitar de forma regular al dentista, tener unos buenos hábitos de higiene y, evitar la ingesta de azúcares de forma abusiva.
La evidencia de que tenemos caries
En su primer grado, la caries puede ser imperceptible. Solo un profesional de la odontología, es capaz de comprobar con total seguridad la existencia de una o varias caries en nuestra dentadura. En ocasiones, podemos pensar que tenemos un diente o muela picada cuando se trata de una simple manchita o viceversa. También puede darse la circunstancia de que veamos una pequeña caries, pero al realizar el empaste, el dentista, se encuentre con una infección mayor.
Aun así, los signos y síntomas más evidente de la presencia de caries en nuestra dentición, puede variar según el tamaño de la misma y donde se encuentre. Es frecuente no tener ningún síntoma en el momento de su formación, pero a medida que esta aumenta de tamaño, los signos y síntomas se hacen mas evidentes. Entre ellos, encontramos los siguientes:
- Dolor de muelas, repentino o sin causa aparente.
- Sensibilidad en los dientes.
- Dolor que va de leve a agudo al comer o beber algo dulce, caliente o frio.
- Agujeros u hoyos que se hacen visibles en las piezas dentales.
- Manchas marrones, negras o blancas en cualquier parte de la superficie del diente.
- Dolor al morder.
Ante la presencia de alguno de estos síntomas, es conveniente acudir al dentista. Es posible que no seamos conscientes de que se nos esta formando una caries, por lo que es imprescindible y de gran importancia, realizar controles dentales y limpiezas regulares, aunque la boca se encuentre bien. Además de acudir a la consulta en el momento que aparezca dolor en las muelas o la boca.
Aunque sabemos más o menos cuales son las causas de que se nos piquen los dientes, no viene mal hacer un repaso sobre su formación. De esta manera, ante el mínimo indicio de aparición, podemos tomar las medidas oportunas.
Una de las causas más evidentes es la formación de placa dental. Esta placa, consiste en una película transparente y pegajosa que recubre los dientes. Se produce debido a la ingesta de azúcares y almidones, ligada a una mala higiene bucal. Cuando estos alimentos no se eliminan bien de los dientes, las bacterias empiezan a hacer de las suyas, alimentándose de ellos y formado la placa. Esta, permanece hasta endurecerse bajo la línea de la encía, o por encima y se transforma en sarro que, a su vez, dificulta la eliminación de la placa.
Los ataques de la placa en los que los ácidos de la misma, eliminan los minerales que forman la capa externa y dura de los dientes, son otra de las causas. Esta erosión, produce los orificios y aberturas diminutos que conforman la primera etapa de la caries. En el momento en el que se desgastan partes del esmalte, bacterias y ácidos llegan a la dentina que es una capa más blanda y menos resistente al ácido. Esta capa tiene pequeños tubos que se comunican con el nervio del diente, provocando sensibilidad.
Lo siguiente es la destrucción del diente que continua a medida que se forman las caries dentales, gracias a que las bacterias y el ácido continúan su marcha atravesando el diente, llegando a su interior y alcanzando la pulpa que, contiene los nervios y vasos sanguíneos. Con la llegada de las bacterias, la pulpa se irrita e inflama y, puesto que no existe espacio en el interior del diente, el nervio empieza a oprimirse generando ese insoportable dolor que, puede llegar hasta el hueso.
Caries, hay más de una
Tendemos a pensar en la caries como un único problema. Sin embargo, realmente existen diferentes tipos de caries, cada uno con sus propias características y efectos. A continuación, vamos a hablar sobre esos diferentes tipos de caries y como nos pueden afectar.
Empezamos por la superficie, donde se producen las caries superficiales o incipientes. Se trata del tipo de caries más temprano que se forma en el esmalte y puede ser difícil de detectar a simple vista. Su presencia se hace notar en forma de manchas blancas que son las zonas desmineralizadas de las piezas dentales. Si son detectadas a tiempo, son reversibles con una buena higiene dental y la remineralización conveniente.
El segundo tipo, son las denominadas caries de fisura que se desarrollan en las fosas y fisuras de las diferentes piezas dentales, generalmente en molares y premolares. Esto se produce debido a que son zonas difíciles de limpiar de forma eficaz, razón por la que bacterias y restos de alimentos pueden quedar atrapados aumentando el riesgo de sufrir caries. El sellado de las fisuras es la medida preventiva más eficaz para minimizar el riesgo de que se produzcan caries en estas zonas.
Otro tipo de caries es la caries radicular que afecta a la raíz del diente. Este tipo es más común y frecuente en personas de edad más avanzada. Pueden producirse cuando la encía se retrae y la raíz del diente, queda expuesta. Causan sensibilidad dental y requieren una atención especializada, siendo una de las principales causas de que se produzca la pérdida de la pieza dental.
Las caries de corona, son las más comunes y afectan a la parte más visible de los dientes, es decir, la corona. Estas caries varían en gravedad, desde pequeñas cavidades hasta graves daños en la estructura dental. El tratamiento implica eliminación del tejido dañado y restauración de la pieza.
También podemos padecer de caries recurrentes o secundarias que se producen alrededor de las restauraciones dentales previas, como pueden ser empastes o coronas. Suelen ser resultado de la mala higiene bucal, el desgaste de las reparaciones o ajustes inadecuados.
El espacio interproximal, el situado entre dos piezas dentales, puede verse por igual, afectado por caries. Se trata de una zona de difícil acceso en la higiene bucal habitual lo que permite la acumulación de restos de comida. Solo son identificables mediante una radiografía realizada en la consulta del dentista.
Cuando los profesionales de la odontología insisten tanto en la prevención, es por algo. Se trata de la mejor estrategia para combatir cualquiera de los tipos de caries que se pueden producir en nuestros dientes. Mantener una buena y adecuada higiene bucal, limitar el consumo de azúcares y visitar al dentista con frecuencia, son los pasos clase para prevenir cualquiera de los tipos de caries.
Padecer caries es algo tan frecuente que es fácil no darle demasiada importancia. Incluso en el caso de los niños que aun no han cambiado los dientes de leche, hay que prestar especial atención a su aparición. Aunque se trate de una afección común y poco importante, las caries pueden derivar en complicaciones de mayor gravedad y duración. Las complicaciones más frecuentes son el dolor, la creación de abscesos dentales, inflamación y pus alrededor de la pieza dental afectada, dientes rotos o dañados, problemas para masticar bien o cambios en la posición de los dientes tras la pérdida de alguna pieza. Antes de llegar a los estadios más graves de la caries, es mejor actuar y prevenir. No es lo mismo hacerse un empaste que tener que recurrir a matar el nervio y, en casos más graves, sustituir la pieza por un implante.