El motociclismo es uno de los deportes que más seguimiento tiene en nuestro país. Todos los fines de semana que hay carrera, millones de españoles se concentran ante su televisor para ver el desarrollo y evolución del Mundial, que es la competición más importante y la que levanta más pasiones. Y los seguidores de este deporte suelen estar pendientes tanto de la categoría reina, MotoGP, como de las que van por detrás. En todas y cada una de ellas hay varios pilotos españoles que siempre se encuentran peleando por subir al escalón más alto del podio. Y es que el motociclismo es una verdadera tradición en España.
Algo querrá decir que tengamos varios circuitos que son oficiales en el calendario del Mundial de motociclismo. El circuito de Cheste, el de Montmeló y el de Jerez son ya clásicos de esta competición, pero es que recientemente también se utilizó el circuito de Alcañiz, en Aragón. Quienes organizan la competición son los que mejor saben que España es un filón desde el punto de vista de afición por este deporte y que los circuitos se llenan, además de que las retransmisiones son seguidas por millones de personas en todo el país. Como consecuencia de todo esto, hay muchísimos niños que crecen adorando el motociclismo y que se terminan convirtiendo en auténticos campeones con el paso de los años.
En un artículo que vio la luz en la página web del diario ABC, se analizaba cuál podía ser la causa de que hubiera tantos españoles en el Mundial de motociclismo. En él se indica que, aunque esta modalidad deportiva tiene ciertas similitudes en lo que tiene que ver con la cantera, la tradición o las dificultades que también han tenido el tenis o la Fórmula 1, la incorporación de nuevos talentos españoles a la élite ha sido mayor en el caso del deporte de las dos ruedas. Y esto habla muy bien de la salud de la que dispone el motociclismo en el interior de nuestras fronteras.
Una de las zonas de nuestro país que tiene una mayor afición por el motociclismo es la Comunidad Valenciana. Estamos hablando de una zona que cuenta con uno de los circuitos a los que hemos hecho referencia, que es el de Cheste. Según una noticia publicada en la página web del diario Las Provincias en noviembre del año pasado, fueron 92.000 las personas que acudieron al Gran Premio que se celebra en dicho circuito, que desde hace muchos años es el que cierra el Mundial y el que echa el telón de la temporada. La verdad es que es una verdadera fiesta la que se vive en Cheste durante ese fin de semana, con independencia de si la victoria final en cada una de las tres categorías del Mundial ha recaído en un español o no.
Como ocurre en tantas otras ocasiones, el hecho de ver un deporte en la televisión o in situ provoca que se vaya generando un interés creciente en las personas jóvenes por practicar de manera oficial ese deporte. ¿Cuántas veces hemos visto a chavales jóvenes aficionados al fútbol que al final han terminado viviendo de ese deporte al que tanto amor profesan? Pues lo mismo ocurre en el caso del motociclismo y España es un verdadero ejemplo de ello. Las retransmisiones de las carreras hacen que los chavales se sientan con ganas de ser ellos los protagonistas y luchar, quién sabe, por resultar campeones del Mundo en el futuro.
Uno de los primeros pasos de los que se debe componer cualquier carrera motociclista debe ser adquirir esa moto de competición que nos sirva para ir rompiendo el hielo con el circuito. Nadie se verá sorprendido si decimos que no es lo mismo circular con una moto por una ciudad con normalidad que hacerlo dentro de un circuito en el que cada décima de segundo cuenta para lograr un objetivo que es común al del resto de pilotos que van a encontrarse sobre el mismo asfalto que nosotros. No es la misma presión, no es la misma adrenalina ni la misma gloria. Ese carácter competitivo que tienen las motos es lo que llama la atención de tanta gente sobre este deporte.
Como en todo en esta vida, participar en una competición de motos requiere de algún trámite burocrático que debemos ver cumplido. Uno de los que se vienen repitiendo bastante es el cambio de titularidad de algunas de las motos que van a participar en eventos de este tipo, algo que han constatado desde Tu Cambio Nombre, una entidad especializada en la gestión de este tipo de trámites y desde la que indican que ha aumentado este tipo de trámites entre los jóvenes que sienten interés por participar en competiciones ligadas al motociclismo en España.
Italia, el otro gran rival
España es uno de los países que cuenta con un palmarés más importante dentro del motociclismo internacional. Nuestro gran rival no se encuentra lejos en lo que geografía se refiere: hablamos de Italia, un país que ha dado a Valentino Rossi, que es quizá el gran piloto de lo que llevamos de siglo XXI. Hace unos días finalizó el campeonato del Mundo de este año y, en la categoría reina, Bagnaia, un italiano, resultó campeón. Hay varios españoles que van a tratar de arrebatarle el título el año que viene, entre los cuales se sitúa un Marc Márquez que, después de un año bastante irregular, va a intentar sumar un nuevo título a sus ya pobladas vitrinas. Él es, quizá, el nombre más sonado del motociclismo español actual.
Los pilotos españoles tienen muchos ejemplos en los que fijarse. Los casos de Nieto, Alex Crivillé, Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa son más que conocidos. También el de Carlos Checa. Todos ellos nos han dejado días de gloria y han provocado que nos encontráramos delante del televisor un domingo, gritando como posesos y animándoles para hacerse con la victoria. La verdad es que hay pocas actividades deportivas que levanten más pasiones que una carrera en la que la diferencia puede ser menor que una simple décima de segundo. La emoción que eso deja en nuestro cuerpo y cabeza no nos la podemos quitar durante varias horas. ¿Os ha pasado?
Más emocionante que la Fórmula 1
Se ha puesto de moda en los tiempos que corren comparar la emoción que se desprende del motociclismo con la que nos deja la Fórmula 1, un deporte que tiene millones de seguidores también en España gracias a Fernando Alonso y a la gran calidad de las retransmisiones que se vienen produciendo cuando hay carrera. Nosotros queremos sumarnos a esa moda de comparar una actividad con otra y nos vamos a mojar claramente: desde nuestro punto de vista, el motociclismo es bastante más emocionante que el automovilismo por una simple cuestión de que la moto ocupa menos espacio y eso facilita sobremanera un adelantamiento en cualquier momento.
En la Fórmula 1 es bastante más complicado ver y sentir esa emoción a la que nos venimos refiriendo con las motos. No es para menos. Un coche es mucho más ancho, más pesado y, a fin de cuentas, la pista es igual de ancha. Por tanto, es lógico que sea más difícil adelantar y que las alternativas sean mucho más escasas que en el caso de las motos. Ese es el argumento que esgrimimos pero que, por supuesto, solo responde a una opinión personal, no a una verdad universal. Cada cual puede pensar lo que quiera, faltaría más. Lo que nadie puede discutir es que los deportes de motor tienen motivos más que de sobra para generar afición, ya sea en nuestro país o en cualquier otro.
Estamos hablando de un tipo de deportes que, en algunos momentos concretos, han tenido la capacidad de luchar en términos de audiencia con el fútbol. Y eso, amigos y amigas, es mucho decir. Muchísimo. El motociclismo y el automovilismo tiene una audiencia media que es superior a la del baloncesto, que es considerado por mucha gente como el segundo deporte en importancia en el interior de nuestras fronteras. Y la verdad es que tiene un mérito increíble que así sea teniendo en cuenta también la enorme cantidad de gente que suele seguir los distintos partidos de básquet, ya sea los de la Euroliga, los de la ACB o los que suele disputar la selección española en competiciones continentales o mundiales.
Lo mejor de todo es que la afición que existe a las carreras de motos va a seguir siendo tan grande como lo que es a día de hoy. Todo el mundo está convencido de ello y la verdad es que, en el caso de España, solo hay que ver el movimiento de gente y el ambiente festivo que se vive en circuitos como los de Cheste, Jerez o Montmeló, los más tradicionales en el interior de nuestras fronteras. En otros países también ocurre. Y es que las carreras de motos son una religión para mucha gente en este mundo.