El sueño de muchas personas, entre las cuales claramente me incluyo, es el de poder comprar un coche deportivo. Dependiendo de los gustos eliges un modelo u otro, y ya sea clásico o antiguo, con capota o sin capota, y vistoso o discreto, lo que más te apetece es circular con el por la calle.
Esta situación es la que buscamos y queremos, pero hay que tener cuidado, porque puede ser que tu coche deportivo no se adecue a la normativa de circulación, dando como resultado un bonito coche parado, que solo se puede mover bajo ciertas condiciones, o en vehículos de transporte como los que ofrece la compañía Transportes Cars.
En concreto, la instrucción 15/TV-86 en relación con el Real Decreto 1428 de 21 de noviembre, contempla la regulación de pruebas deportivas y otros eventos con la participación de vehículos a motor o en vías abiertas. Los vehículos que se utilizan en las competiciones permitidas por la mencionada normativa, hacen uso de vehículos especialmente diseñados para participar en la competición. Siendo modificados en sus elementos técnicos, cambiando el carácter del vehículo, y por tanto restringiendo las condiciones normativas para la circulación por las vías abiertas al tráfico.
Por tanto estos vehículos de competición, tienen la circulación restringida a pruebas o eventos especiales en circuitos cerrados, y en ocasiones por tramos públicos según la dinámica de la prueba (esto está referido a los vehículos de rally, que utilizan carreteras abiertas al tráfico pero con ciertas medidas de seguridad). En resumen, se limitan los supuestos en los que se autoriza la circulación de vehículo de motor por las vías abiertas al tráfico general.
Para saber si tu vehículo coincide o no en estos supuestos, hay que atender a la denominación que se establece en la normativa respecto de los vehículos de competición. En concreto, un vehículo de competición es “aquel vehículo matriculado que debido a sus especiales características, está destinado a su uso en pruebas deportivas de motor en vías cerradas al tráfico general”. Esta definición puede ser ambiguo, así que la normativa lo aclara.
La normativa dice que los vehículos de competición matriculados en España, deberán portar en su ficha de características técnicas, en la parte destinada a la reforma de vehículos, la indicación de vehículo de competición. Esto implicará la falta de aptitud para circular por las vías públicas, quedando restringida la misma a los trayectos autorizados, y en las condiciones que se establezca por la autoridad de tráfico.
En el caso de vehículos con matrícula extranjera, la Real Federación Española de Automovilismo será la responsable de acreditar la condición de estos como vehículo de competición, debiendo dar traslado de esta información al organizador de la prueba para que pueda estar disponible a requerimiento de los agentes encargados de la vigilancia y control de tráfico.
Supuestos en los que se permite la circulación de vehículos de competición
Aun así, la normativa establece dos supuestos en los que sí que se puede circular con este tipo de vehículos. En primer supuesto son las pruebas deportivas de motor tipo rallye, en la que deberán estar inscritos los vehículos previa autorización del órgano competente. Y los vehículos podrán circular en los recorridos contemplados en el evento, independientemente de que estén localizados en vías abiertas al tráfico general.
En segundo lugar, se permite la circulación de vehículos de competición, cuando existan eventos con participación de vehículos históricos. En este caso, los vehículos históricos matriculados serán aquellos que tengan tal condición, y que además tengan la condición de vehículo competición. Y de igual manera, se les permite la circulación en los recorridos contemplados en los eventos y autorizados por la autoridad competente para este tipo de vehículos, ya sea en vías abiertas al tráfico general o no.
En conclusión, hemos visto como comprarse un deportivo que tiene en sus características técnicas la condición de vehículo de competición, puede hacer que tus ganas de mostrarlo por las calles se vean reducidas a unas pocas ocasiones al año. Por tanto, merece la pena cerciorarse de las características técnicas de los vehículos deportivos, ya sean modernos o antiguos.