Todos los coches deben pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) cada dos años, aunque los vehículos con más de 10 años de antigüedad, solo uno. Es fundamental que tu coche esté en perfectas condiciones para conseguir la pegatina que te permite volver a conducir.
Para saber si el coche cumple todas las condiciones técnicas, los expertos revisan todas las partes, sobre todo, los neumáticos.
Se comprueba que los neumáticos estén correctamente alineados, que la rueda no sufra roturas o un desgaste excesivo, que no haya cables al descubierto o que no interfiera la goma con otras partes del coche.
Todos los neumáticos deben ser iguales, es decir, mismo modelo, marca, dimensiones y tipo. También es importante que el índice de carga y de velocidad de los neumáticos sean iguales o superiores a los de la homologación del coche.
También se comprobarán otros elementos de los neumáticos y te pueden echar para atrás para pasar la ITV las siguientes faltas:
- – Neumáticos de distinto modelo montados en el mismo eje.
- -Montaje erróneo del neumático.
- – Algún neumático está sin marca de homologación.
- – Medidas, índice de velocidad o carga no coincide con las incluidas en la homologación tipo del vehículo o con sus equivalentes.
- – Si la banda de rodadura tiene un desgaste irregular y excesivo.
- – Profundidad de las ranuras principales de la banda de rodadura menor de 1,6 mm.
- -El neumático y la llanta no son compatibles.
- – Defectos en el estado del neumático: ampollas, deformaciones anormales, roturas…
- – Cables al descubierto, grietas o síntomas de rotura de la carcasa.
- – Sin etiqueta de advertencia de velocidad máxima.
- -Interferencia del neumático con otras partes del coche.
- – El sistema de control de la presión de aire funciona incorrectamente o no funciona.
Es fundamental que los neumáticos del vehículo coincidan con los indicados por el fabricante en la ficha técnica, es decir, los neumáticos equivalentes.
«Decimos que dos neumáticos son equivalentes cuando tienen las mismas dimensiones que los neumáticos homologados por el fabricante en la ficha técnica. Y es fundamental respetar estas medidas», explica el diario La Razón.
Cambiar el color del coche o la tapicería son cambios que no te perjudican para pasar la ITV, pero hay otros que sí requieren un proceso de homologación.
¿Cuáles son los cambios más frecuentes?
La Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos (AECA-ITV) señala los siguientes:
Alerones
No puede tener aristas cortantes, no puede ser más ancho que el vehículo, no debe tapar las luces traseras del coche y no puede ser metálico. Es muy importante tener en cuenta todos estos aspectos para que tu coche cumpla la homologación.
Iluminación
Se considera una reforma si cambias los faros delanteros por otros. Es fundamental que todos estén homologados y situados en el emplazamiento original.
Carrocería
Se suelen hacer muchos cambios, pero recuerda que tanto el paragolpes delantero como el capó influyen en el comportamiento del vehículo y en los impactos, por lo que cualquier cambio es necesario una homologación.
Escape
También debe ser homologado, ya que modifica el sonido del vehículo y puede sumar algún CV de potencia.
Llantas
«Las llantas son un elemento decorativo y visual muy importante a la hora de personalizar nuestro vehículo, aunque, con el conjunto de neumáticos y separadores, también cumple una función de seguridad en la conducción, así como el ahorro de combustible ya que el peso de las mismas influye directamente en este factor», explican los profesionales de Gestecnica, especialistas en homologar coches y todo tipo de vehículos.
Los fabricantes especifican en el manual qué tipo de llantas puede tener tu coche, no puedes superar esas medidas y si te excedes deberás homologarlas y tendrán que figurar en la tarjeta de la ITV.
Suspensión
Se consideran reformas si modificas la altura del vehículo o las propiedades de suspensión.
Centralita del motor
Se consideran reforma los cambios en la centralita electrónica que controla el motor, porque se modifican las emisiones contaminantes del vehículo, por lo que perjudica la salud de las personas y del medioambiente.
Los asientos y el volante
Si cambias los asientos o el volante deberás homologarlos, porque afectan a la seguridad del coche.
Enganche de remolque
La instalación se considera también reforma por lo que se debe homologar, pero para su desinstalación no es obligatorio volver a pasar por el proceso de verificación.
Los cambios y modificaciones deben estar homologados para superar la inspección técnica y evitar multas de hasta 500 euros. Si sufres un accidente y no has declarado esos cambios, la aseguradora puede decidir no cubrir los daños.
Te recomendamos que confíes en los profesionales para homologar tu coche con las máximas garantías y que preguntes todas las dudas cuando quieras realizar alguna modificación en el vehículo.