El mundo del deporte es uno de los más bonitos de nuestro planeta. Millones de personas en todo el mundo encuentran la satisfacción personal que tanto buscan gracias a la práctica de uno de los miles de deportes que existen en todo el mundo en pleno siglo XXI. La accesibilidad y el conocimiento que existe del deporte gracias a los medios de comunicación ha hecho posible que sean cada vez más las personas que apuestan por mover su esqueleto y comenzar a disfrutar de la vida desde el punto de vista deportivo y físico.
Uno de los deportes más divertidos de practicar y uno de los que también son más reconfortantes es sin duda el ciclismo. El deporte de la bicicleta es bien conocido por su dureza y por el enorme esfuerzo que la geografía de los diferentes terrenos obliga a derrochar para completar un recorrido. El ciclismo, no obstante, es un deporte precioso debido a que gracias a él y a nuestras piernas podemos conocer una variedad de lugares que resultan extraordinarios. Cada vez más gente está de acuerdo: darle a la bici es algo muy recomendable.
El ciclismo es, además de todo eso, uno de los deportes más arraigados en nuestro país. Durante estos días está siendo habitual que muchos de nosotros nos enganchemos a la tele para vivir en directo el final de cada etapa de la Vuelta Ciclista a España, un evento que siempre marca el final del verano y que también marca el punto y final al año ciclista en lo que a las grandes vueltas se refiere. Nuestra cita es el colofón final a la temporada y la última oportunidad que tienen los grandes ciclistas para ponerle el broche de oro a su año o de ‘salvar’ la temporada.
Practicar ciclismo no es algo que sea raro en España. De hecho, un artículo publicado por el diario El Español en su página web hace un par de años hacía referencia a que el deporte más practicado en nuestro país no era el ‘running’, sino el ciclismo. Y es que, a pesar de la fiebre que parece haber por salir a correr, seguimos siendo más los que cojemos la bicicleta para dar una vuelta por nuestra comarca. Y la verdad es que parece que va a seguir creciendo y creciendo.
Que el ciclismo es un deporte en alza lo saben bien las empresas que tienen algún tipo de relación con el sector. Los empleados de Liquistocks, una entidad dedicada a la venta de stocks de todo tipo, han venido haciendo hincapié en los últimos años en que ha aumentado el número de pedidos de artículos tales como cascos para niños, rodilleras o coderas para montar en bicicleta, lo cual es un reflejo bastante claro de que los ciclistas ya han tomado la delantera en el deporte español.
Una mayor concienciación y el ciclismo será el rey del deporte en España
Son muchas las personas que tienen miedo de realizar ciclismo como consecuencia de los accidentes que se suelen producir a menudo en las carreteras y que pueden terminar con víctimas mortales. Es en este aspecto donde debe entrar un aspecto como lo es el de la concienciación ciudadana. En efecto, de esa concienciación (sobre todo por parte de los conductores de vehículos, pero también desde el punto de vista de los ciclistas) depende que no se produzca ninguna tragedia en lo relativo a la práctica ciclista.
De esa concienciación y de la reducción del número de incidencias en la carretera dependen en gran medida las posibilidades de pryección de nuestro deporte. Si los niños no temen salir a la carretera a disfrutar del deporte de la bicicleta, tendremos mayores oportunidades de que sientan verdadera pasión por el ciclismo en el futuro. También tendremos mayores posibilidades de tener más personas como Alejandro Valverde, Carlos Sastre o Alberto Contador. Campeones de pura raza.
El deporte español vive un momento de forma realmente espectacular. No somos el país más grande del mundo, ni el más poblado. Sin embargo, sí que tenemos un deporte que es la envidia de buena parte de Europa y del mundo. Conservarlo, y hacer lo propio con el ciclismo, uno de los máximos exponentes de esta situación, es algo necesario y que nos corresponde a todos nosotros. Es hora de empezar a hacerlo y de disfrutar de nuestro entorno subidos a una bici.