Solamente quien monta asiduamente en bicicleta puede saber lo duro que resulta pedalear y pedalear durante un buen número de horas sin descanso. El ciclismo es uno de los deportes más duros que existen y, si no nos encargamos de cuidar nuestro cuerpo de manera exhaustiva, nos podemos encontrar con muchos problemas físicos. Problemas que no suelen ser moco de pavo.
Cuidar y relajar nuestros músculos es una actividad altamente recomendable. Hay que liberar la tensión acumulada tras el esfuerzo físico que implica la práctica ciclista y para ello, un masaje es una opción muy recomendable. No en vano, los equipos ciclistas que compiten en las grandes rondas como el Tour, la Vuelta a España o el Giro de Italia se encuentran integrados por excelsos profesionales en un arte como este.
Llevo mucho tiempo dedicándome a esto del ciclismo. Como digo, es un deporte durísimo. Personalmente, considero que junto a la natación (en el que prácticamente todos los músculos del cuerpo tienen alguna función) es el más completo. Y es que cuando te bajas de la bicicleta tienes muy pocas ganas de hacer algo. Simplemente quieres desconectar y recuperarte del intenso esfuerzo. Un masaje es el primer paso para hacerlo. Y lo es tanto a nivel físico…como mental.
Cuando comencé a practicar este deporte, las técnicas de recuperación de los músculos y la mente eran solo cosa de profesionales. Yo me he dedicado a la bicicleta de manera estrictamente amateur y durante mis primeros años la única técnica de recuperación que conocía era la de tumbarme en la cama y descansar lo máximo que pudiera de cara al día siguiente. Nada más.
Afortunadamente, las cosas van cambiando con el tiempo y ahora las posibilidades para trabajar los músculos y ayudarles a recuperar la fuerza perdida tras un kilometraje importante son mayores. Sin embargo, hay que tener cuidado y elegir a los mejores profesionales al respecto. De lo contrario, los efectos pueden ser muy negativos para nuestro cuerpo.
En mi caso, y consciente de que necesitaba algún profesional para recuperarme después de cada salida, no tardé en encontrar una entidad de calidad al respecto. Lo hice a través de Internet. Se trataba del centro Evasiom Spa, un lugar en el que según su página web (www.evasiomspa.com) se realizaban masajes propios de diferentes partes del mundo y una diversidad importante de tratamientos corporales.
Decidí probar. El masaje que escogí para mi debut fue uno llamado Tradicional Thai, que a través de la presión de diferentes puntos de nuestro ser y de estiramientos, podría equilibrar la energía y nuestra mente. La verdad es que la experiencia era de lo más exótica que había visto en mi vida y estaba seguro que no iba a dejarme indiferente durante ningún momento.
Recomendable y útil
Y no me dejó indiferente. El Tradicional Thai ha sido el mejor masaje que he recibido en mi vida. Sé que suena un poco místico y que puede provocar suspicacias, pero la técnica funciona y de qué manera. Después de una dura contrarreloj por equipos en torno a la ciudad de Barcelona tuvo lugar ese debut del que os hablaba en Evasiom Spa y me marché de allí como nuevo, con los músculos totalmente recuperados tras una paliza como la que me había tocado padecer y con la mente despejada y totalmente sana, relajada y libre de malos pensamientos.
Para el masaje me sorprendieron gratamente dos cosas: en primer lugar el que recibiera una ropa apta y cómoda por parte del centro y, en segunda instancia, el precio al que se ofertaba un masaje de tantísima calidad y cuya duración no era para nada despreciable. En resumidas cuentas, me marché de allí con una sonrisa y con el objetivo con el que había llegado totalmente cumplido: sentirme recuperado.
Esa fue la primera de las muchas veces que he acudido a Evasiom. Su forma de trabajar me convence y el factor común de todas mis visitas es la comodidad. Creo que para todos los ciclistas una entidad así es fundamental para el cuidado de un cuerpo que, si no se encuentra al cien por cien, nos impide hacer lo que más nos gusta: pedalear.